domingo, 12 de mayo de 2013


No veo cómo.

Por: Susana Valdés Levy.
 

 

No veo cómo o para qué hablar contigo

Porque, o yo me salgo de la norma

O tú no entiendes lo que digo.

Es tal tu apego a la estructura

Que  al imponerle el algoritmo

La idea pura y esencial se desfigura.

 

Como ola que destruye el castillo de arena                                                                                            

Tanta estrategia se vuelve tediosa

La precoz conjetura siempre es odiosa

Y se va el entusiasmo en toda faena.

 

Hay quienes dirigen a discreción

Con sorda y ciega autoridad

Incompletos en fundamento o información.

Porque no saben escuchar.

Y desde su inflexible y rígida postura

No hay suficiente intento, talento o capacidad

Y así el contento trabajo se torna en amargura.

 

 

Saber dirigir la creatividad es un arte

Y la estrategia es solo un esquema

Si este no conduce a alguna parte

La iniciativa muere y la voluntad se quema.

 

La energía y la motivación son al trabajo

Lo que la amabilidad, el tacto y el buen trato

son en el terreno de la educación.

Si la omisión de alguno rompe la balanza,

Se sostendrá el asunto por un rato

Pero luego se pierde aquella confianza

Aniquilando la creatividad y la imaginación.

 

La  protocolaria columna de institucionalidad

Como la estalagmita que crece en las cavernas

Se forma con la gota que de arriba cae constante

No es, por cierto, la que en un inesperado instante

Pone en duda conocimiento, iniciativa y lealtad.

 

La naturaleza nos dio dos orejas y una boca

Para escuchar el doble de lo que decimos

Pero si  como siempre,  nos interrumpimos

La comunicación será pobre y poca.

 

El buen capitán comandante sabe apreciar

A quien lo hace verse aun más grande

Dejando hacer, motivar e inspirar

Dejando ser sí el horizonte se expande.

 

Pero independientemente de estas miras

Lo que no se puede ni se debe aceptar

Es que tejan intrigas y tontas mentiras

En las que nada se ha comprobado

Solo con el necio afán de controlar

Lo que en principio fue despreciado.

 

Mi gratitud siempre estará vigente

Porque he tenido a un buen maestro

Yo siempre aprendo de la gente

Ya por su saber o proceder siniestro.

 

Veo al final de esta  corta experiencia

Que por cuestión de modos o estilo

Tuve siempre el trabajo en un hilo

Y a los dos se nos agotó la paciencia.

 

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