domingo, 13 de octubre de 2013

Hay "shows" que no pueden continuar


 



 Por: Susana Valdés Levy.

 Como cuando se enseña el cobre o se barre el polvo bajo la alfombra, como cuando se construyen castillos en el aire, o se presume lo que se carece, como cuando se vive de apariencias o se vive una doble moral...como cuando lo que no checa nos choca... Una de esas noches, cuando vio que el show había terminado y el repertorio de mentiras, de discursos huecos y falsas promesas se le agotó, el hombre tomó un pañuelo y frente a su escaso público, empezó a retirar de su cara el maquillaje de la aparente decencia, el disfraz gris del presumido profesionalismo, los grandes zapatos (siempre le quedaron grandes) de la supuesta responsabilidad, la negra y relamida peluca de la simulada integridad, la redonda nariz de la credibilidad, y se mostró como lo que en realidad había sido siempre: Un payaso triste y sin gracia que lloró cuando se le cayó el frágil y endeble circo de su vida encima y tuvo que huir de sí mismo....Porque el payaso, no pudo sostener al personaje.

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