lunes, 16 de septiembre de 2013

La Reflexión de la Gotera


 Por: Susana Valdés Levy

Tras una relación de muchos años, de esas que "ya se dan por hecho", Sonia había sufrido una ruptura abrupta con su pareja. Esto la había deprimido mucho y aunque sabía que la situación ...ya no tenía remedio ni reversa, le angustiaba no saber cuáles habían sido las causas y culpaba del hecho a un sin número de factores externos.
Se preguntarán ustedes: ¿Para qué sirve dedicar tiempo a conocer las causas de un suceso irremediable? Bueno, en realidad es la única forma de aprender y evitar que algo similar nos vuelva a suceder. Como dice el refrán: "Quien no conoce la historia, está condenado a repetirla".
En una tarde de lluvia como ésta, sentada a solas y en silencio en una habitación de su casa, Sonia, casi hipnotizada, observaba una gotera. Una a una, las gotas caían golpeando el piso: "plic,... plic,... plic..."
En primera instancia y acostumbrada a pensar en daños externos, Sonía atribuía la gotera a las condiciones meteorológicas. "La lluvia ocasionó la gotera" pensaba ella. ¡Pero no! La gotera ya estaba ahí, la lluvia solo hizo que la gotera quedara en evidencia. Esto lo descubrió cuando llamó al impermeabilizador, quien le dijo que había que esperar a que parara de llover para proceder a reparar el techo. -¿Cómo? Pero cuando pare de llover no tendré más goteras, dijo Sonia. ¡Y de pronto tuvo una revelación! ¡Se le iluminó la mente!
¡Claro! La gotera, al igual que las grietas, los derrumbes, las inundaciones, los, las filtraciones y otros daños, no son causados por el agua sino por una falla, un defecto o un daño estructural. Las condiciones externas adversas solo hacen que estas fallas se manifiesten ya que muchas veces no las vemos ni nos percatamos de esas fallas en tiempos favorables; pero eso no significa que no estén ahí, como un riesgo latente.
Lo mismo exactamente sucede con las relaciones humanas de amistad, románticas, familiares, de trabajo o cualquier otra...Las relaciones humanas no se destruyen de afuera hacia adentro, sino de adentro hacia afuera, debido a fallas estructurales que no permiten resistir los factores externos que a veces son adversos.
La estructura de toda relación se fortalece y se "impermeabiliza" con comunicación, respeto, consideración, empatía, simpatía, constancia, congruencia, prudencia y sobre todo mucho mantenimiento.
Cuando una ruptura se detona debido a "un factor externo", es porque ese factor encontró cabida por alguna grieta o falla estructural. Una relación débil se derrumba, mientras que una sólida y bien construida resiste el embate.
La reflexión de la gotera le dejó a Sonia un aprendizaje importante así como muchas respuestas para su crecimiento personal haciéndose responsable de la salud estructural de las relaciones que construye. Ahora Sonia "impermeabiliza" su vida y sus vínculos dándoles mantenimiento adecuado constantemente. Se despejó la tristeza, tomó las riendas de su ser y se fue cantando esa de Luis Miguel: "no culpes a la noche, no culpes a la playa, no culpes a la lluvia...la-rá, la, lá..."

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